¡Veredicto de DIOS!

Amós 9:2 Aunque cavasen hasta el Seol, de allá los tomará mi mano; y aunque subieren hasta el cielo, de allá los haré descender.

¿Seguiremos pasando por alto las advertencias del SEÑOR? La seguridad de la cual nos envanecemos nos ha cegado, y hechos incautos ¿en dónde está asentada nuestra protección? Contemplemos las palabras del versículo que nos hacen considerar endebles, no existe lugar que pueda ocultarnos de la mano de juicio de DIOS. Por tanto, no podemos vacilar, ni tampoco continuar ignorando de lo que se nos previene; meditemos como corresponde, observemos con sinceridad nuestras faltas. Dejemos el menosprecio a las sagradas Escrituras y atendamos a la realidad que se nos avecina; el aviso de Su castigo es inminente, no habrá quien lo detenga, no hay con que protegerse, no existirán excusas que valgan delante de Él. La negligencia será algo lamentable; lamentaremos nuestro comportamiento incrédulo. Persistir en la impiedad no es más que seguir siendo necios sin razón justa. Clamemos a Él para que nos ayude a someternos a Su entera voluntad en arrepentimiento y fe.


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