Jeremías 31:18 Escuchando, he oído a Efraín que se lamentaba: Me azotaste, y fui castigado como novillo indómito; conviérteme, y seré convertido, porque tú eres Jehová mi Dios.
Israel tuvo un corazón rebelde a las advertencias de castigo o disciplina que vendrían por parte de su SEÑOR si continuaban con su camino errado, su andar no era digno de un pueblo al cual el SEÑOR le había declarado como suyo Deuteronomio 26:17-19, en el versículo vemos que su clamor de arrepentimiento llego al SEÑOR, reconocieron su mal, rebeldía e insensatez delante de Él, pero estas suplicas vinieron después de la corrección que el SEÑOR envió, tuvieron que atravesar y experimentar los azotes del SEÑOR para llegar a la comprensión de la magnitud de su maldad; El arrepentimiento de sus malos caminos no vino a ellos por conciencia o reconocimiento propio, si el SEÑOR no hubiera intervenido jamás clamarían por restauración, jamás hubieran conocido el arrepentimiento por cuenta propia, el SEÑOR siempre nos muestra Su misericordia a través de lo que consideraríamos malo, pesado, o duro. Sin embargo, son Sus misericordias las que nos guían para bien, contemplemos con bien Sus palabras en las escrituras, las cuales son para Su gloria y nuestro bienestar, tomemos siempre en consideración rogar al SEÑOR para que nos renueve día a día conforme a Su imagen.