Gálatas 5:16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
Es claro que el apostol Pablo insta a todo creyente a entender que la vida del verdadero profesante es sumamente controlada por el Espíritu de DIOS, lo cual es contrario a los deseos carnales o mejor dicho los que viven según sus pasiones pecaminosas, haciendo siempre referencia a nuestro estado caído o pecaminoso. No es de DIOS el que camina a diario y constantemente en los deseos carnales, complaciendo siempre sus malos deseos. Un hijo de DIOS da siempre pasos de que sus emociones o voluntad están siempre controladas o sometidas a la voluntad de DIOS, reflejando siempre que Su palabra es veraz cuando afirma y hace diferencia de los que dicen conocer a DIOS y de los que no le conocen, nuestros sentidos deben estar siempre en Cristo, dando muestra de nuestra genuina conversión, haciendo siempre confirmación de que Él nos ha transformado.