Salmo 85:1-3 Fuiste propicio a tu tierra, oh Jehová; Volviste la cautividad de Jacob. Perdonaste la iniquidad de tu pueblo; Todos los pecados de ellos cubriste. Reprimiste todo tu enojo; Te apartaste del ardor de tu ira.
DIOS ha extendido de su piedad a la nación de Israel, el salmista lo reconoce y a causa de esto hace mención de los hechos de su poder, bondad y favor para con el pueblo. La escena que tenemos presente es la de DIOS aplicando su benevolencia para con un pueblo que ha concurrido en la ingratitud, de modo que la reconciliación ha sido posible porque la misericordia es un atributo del SEÑOR; el perdón de pecados resalta entre las palabras del salmista con lo cual ha generado su obra salvadora en ellos. La salvación es ahora, en este preciso momento que nos encontramos con vida, que podamos decir que el SEÑOR nos ha dado su gracia y cuya ira se ha apartado de nosotros.