Dios es muy honrado cuando puedo cambiar debidamente de una condición a otra, según Él me llame. ¿Se considerarían ustedes honrados por sus siervos cuando los ponen en un trabajo que tiene alguna excelencia, y ellos continúan en su trabajo actual, y ustedes no pueden alejarlos de este? Independientemente de lo bueno que sea su trabajo actual, si los llaman para otro trabajo, esperarían que manifiesten suficiente respeto por ustedes como para contentarse con abandonar ese [trabajo actual] —aunque estén en este momento entregados a un trabajo menor—, si es más adecuado para los fines de ustedes. De la misma manera, ustedes estaban en un estado próspero, y allí Dios los llamó a algún servicio que les agradó. Pero supongamos que Dios dijera: «Ahora los colocaré en una condición de sufrimiento, y tendrán que honrarme en esa forma». Así es como honran a Dios: que pueden cambiar de un lado a otro cuando Dios los llama.
