¿Cómo puede una persona estar preparada para la abnegación, el servicio, el sacrificio y el amor requeridos en el matrimonio a menos que ya esté acostumbrada a tal conducta como discípulo de Cristo (cf. Mr. 8:34)? ¿Cómo puede una persona ejercer el perdón requerido en el matrimonio a menos que primero experimente el perdón de Dios (cf. Ef. 5:32)? ¿Cómo puede una persona tener la paciencia, la bondad y la fidelidad que se requiere de un cónyuge y un padre a menos que primero posea el Espíritu de Dios (cf. Gá. 5:22-23)? ¿Cómo puede una persona ejercer la castidad y la pureza en el lecho matrimonial a menos que los deseos de su corazón sean sometidos por la belleza y la realeza del Señor Jesucristo (cf. Job 31:1-4)? ¿Cómo puede un hombre o una mujer aventurarse en el matrimonio sin la salvación, lo cual los equipa para sus deberes y los arma contra sus problemas (cf. Fil. 4:13)?
