El sufrimiento existe ¿Y DIOS que hace? I

Liberta del sufrimiento

El sufrimiento no es un calificativo sencillo de tratar. A lo largo del tiempo se han brindado respuestas y comentarios que no tienen ninguna satisfacción y ante las sacudidas de desgracias todo tiende a volverse incomprensible e inclusive, el que vive angustiado puede llegar a considerar de absurda la opinión ajena. Muchas observaciones sobre este tema han salido a la luz pública, pero ¿quién se ha sentido satisfecho? Aunque, haya círculos de orientación coherentes y llenos de sabiduría, no siempre se logra dar descanso al que sufre, existirán ocasiones en que las explicaciones son bien recibidas y habrá otras que serán sometidas a prueba por provenir de una fuente no aprobada por el sufriente. Podemos decir que el que padece no siente ningún tipo de consuelo aun así logre cierta explicación a su situación, ya que no solo desea encontrar la solución al problema de conmoción para revertir el dolor, si no, además busca como evitarlo.

El que no sufre muchas veces quiere aconsejar. Querer decir que DIOS entiende puede ser irrelevante al que se encuentra conmocionado; es posible que el dolido considere que DIOS no se interesa o que es un DIOS endeble e impotente contra el mal y el dolor. A este tipo de creencia le encontramos una negativa sin fundamentos y es que las enseñanzas bíblicas indican y afirman que DIOS no es ajeno ni débil para con el mal o el sufrimiento. Por ellas nos enteramos de que DIOS mismo demuestra su gran poder sobre las circunstancias adversas. Él no está perplejo e indiferente ante la angustiosa situación por la que muchos atraviesan, nada le toma por sorpresa ni tampoco necesita generar planes para enfrentar alguna desgracia.

A continuación, observaremos algunos rasgos claros del pueblo de Israel bajo la rigurosidad del faraón de Egipto descritos en Éxodo 1:13-14.

En el pasaje bíblico encontramos lo siguiente:

  • Trato con dureza (Éxodo 1:13)
  • Amargura (Éxodo 1:14)
  • Fueron obligados (Éxodo 1:14)

El trato sin piedad, el dolor y sufrimiento era algo que enfrentaba la nación de Israel de forma diaria y sin medida, era un estilo de vida totalmente desesperante. En los sucesos del abatimiento es donde el pensamiento humano decae o claudica, dándole atribuciones al mismo Satanás como superior a DIOS por las circunstancias malas o adversas que se están atravesando. Además de la frustración que se vive, también se producen interrogantes, muchas veces el ¿por qué tanta crueldad? no se sabe explicar, en estos casos suelen darse cuestionamientos que no llevan a ningún lugar y que dejan a las Escrituras de un lado (demostrando ignorancia sobre lo que enseña). Sin embargo, al observar el ejemplo de Israel en Egipto podemos decir que DIOS no los dejo abandonados. DIOS había anunciado a Moisés castigar a la población de Egipto y a su Faraón y DIOS en su fidelidad dio libertad a Su pueblo sobre sus opresores. En este sentido, el SEÑOR suplió los medios que los harían libres.

  • Deuteronomio 26:8 Y Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte, con brazo extendido, con grande espanto, y con señales y con milagros.

También tenemos como ejemplo a Job, que tuvo que atravesar mucho mal. En el libro presenciamos lo siguiente:

  • Robo, catástrofes naturales y consecuencias de guerras, el rico Job se volvió pobre (Job 1:13-17)
  • Muerte de sus hijos (Job 1:18-19)
  • Repugnante enfermedad (Job 2:7-8)

Las escrituras enseñan que los amigos de Job se dolieron con él, que no hablaron de momento porque vieron que cuyo dolor era muy grande Job 2:12-13. Esto llevó a que Job maldijera el día de su nacimiento Job 3:1-3 y tuviera el deseo de morir Job 7:15. Sin embargo, al final del libro vemos el maravilloso obrar de DIOS restaurando a Job de su sufrimiento:

  • Job 42:10 Y quitó Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job.

Los ejemplos presentes nos dan evidencia de un DIOS que no abandona en medio de circunstancias abrumadoras. También, podemos agregar a esto que DIOS nos prueba para que se aprecie un verdadero y genuino hijo de DIOS transformado y que hace la diferencia entre los demás aún en medio de la angustia.

Por esta razón, aseverar que DIOS no ayuda al que sufre es inválido. Pero, es vital aclarar al sufriente (en caso de no ser converso) que el mayor interés de DIOS por encima de todo es el arrepentimiento para salvación Ezequiel 33:11. Preguntarnos como creyentes ¿Qué hace DIOS con el que vive en angustia? No está mal, sin embargo, este tipo de interrogantes demuestra incapacidad de comprender el bien del SEÑOR a través del sufrimiento. El mal existe, no para desacreditar el poder de DIOS, sino para afirmar y revelar nuestra necesidad y dependencia de Él. Vivir en un mundo caído sin DIOS es totalmente incomprensible, buscar respuestas fuera de Él es incongruente, sufrir y no tomar en cuenta que DIOS está presente es falta de razonamiento.

Isaías 48:10 He aquí te he purificado, y no como a plata; te he escogido en horno de aflicción.


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