Juan 6:27 Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.
¿Qué de fundamental hay para ti en esta vida? ¿Dedicas tu existencia a DIOS? ¿Sientes satisfacción de haber sido liberado del castigo eterno? O ¿Tienes preocupación por obtener lo material de este mundo que perecerá? Es por esta causa que, la reprensión de Cristo hacia la multitud, cuenta para todos los individuos en la actualidad, la ocupación terrenal es algo que ha habitado altamente en nosotros y de alguna forma hemos venido a crear ídolos típicos en el diario andar, sin pensar o creer que han conquistado todo el ser. Nos gozamos y entregamos a ellos sin vacilar ni tampoco titubear. Por tanto, Es de gran valor urgente examinar las palabras de Jesucristo. Deben de ser de sutil importancia para cada uno; el versículo expuesto es columna que sirve para estar claros de que Cristo es esa comida eterna y que Cristo es el Mesías enviado por DIOS. Comprendamos en qué consiste el esfuerzo espiritual y en que debe quedar centrada la viveza diaria, sin escatimar, sin suponer o desear mayormente las cosas terrenales que son temporales; tengamos presente ¿Hacia dónde se sitúa el deseo de subsistencia? ¿Cuál será nuestro destino final? ¿Cristo por la eternidad o el pago imperecedero por nuestros pecados?
Mateo 6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.