No puedo comparar mejor la necedad de esos hombres y mujeres que piensan que obtendrán contentamiento con sus reflexiones sobre otras condiciones que con el ejemplo de los niños. Tal vez han subido una colina y miran muy lejos y ven otra colina y piensan que podrían tocar las nubes con sus dedos si estuvieran en la cima de ella, pero lamentablemente cuando están en la cima de esa colina se encuentran tan lejos de las nubes como antes. Lo mismo ocurre con muchos que piensan que si estuvieran en tal condición, entonces estarían contentos. Quizás llegan a tal condición y luego están tan lejos del contentamiento como antes, pero posteriormente piensan que estarían contentos si estuvieran en otra condición, pero cuando han llegado a esa otra condición, todavía están tan lejos del contentamiento como antes.