El cristiano contento obtiene fuerzas de Jesucristo 2 | Jeremiah Burroughs

Hay fuerza en Cristo no solo para santificarnos y salvarnos, sino fuerza para sostenernos bajo todas nuestras cargas y aflicciones. Y Cristo espera que cuando estemos bajo cualquier carga, ejerzamos nuestra fe en Él para extraer virtud y fortaleza de Él. La fe es la gran gracia que debe ser ejercida bajo las aflicciones. Es cierto que se deben ejercer otras gracias, pero la gracia de la fe extrae fuerzas de Cristo al mirar a Aquel que tiene la plenitud de todas las fuerzas que se transmite al corazón de todos los creyentes. Ahora bien, si un hombre tiene una carga sobre él y sus fuerzas han sido aumentadas, o si la carga es duplicada y sus fuerzas han sido triplicadas, entonces la carga no será más pesada, sino más ligera de lo que era antes bajo solo su fuerza natural. Ciertamente nuestras aflicciones pueden ser pesadas y puede que clamemos: «¡Oh, no podemos sobrellevarlas, no podemos cargar con tal aflicción!» Aunque no puedas decir cómo sobrellevarla con tu propia fuerza, ¿quién puede expresar lo que harás con la fuerza de Jesucristo? ¿Dices que no puedes sobrellevarla? ¿Por qué? ¿Crees que Cristo no podría sobrellevarla? Y si Cristo podría sobrellevarla, ¿por qué no puedes venir a sobrellevarla? Preguntarás: «¿Puedo tener la fuerza de Cristo?» Sí, esa fuerza es transferida a ti por la fe.


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