Ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte.
FILIPENSES 1:20
No te faltará Cristo cuando más lo necesites. Él, quien ha estado contigo toda tu peregrinación terrenal, estará contigo en su último paso. El Pastor, quien te ha guiado por el desierto, no te dejará cuando acabes de salir de este hacia la tierra prometida. El Piloto, quien te ha conducido a través del tormentoso río, no renunciará al gobierno justo cuando la nave entre en el puerto de descanso. El Capitán, quien ha vencido por ti y ha vencido en ti, no te dejará cuando esté en vísperas del conflicto final y de la victoria segura. ¡Oh, no! Jesús estará contigo hasta el final. No te angusties dolorosamente por la hora de la muerte. Deja que toda tu solicitud sea cómo puedes glorificarle mejor en tu vida; Él se glorificará en tu muerte. Toda la gracia, toda la fuerza, toda la gloria está reservada para ti para ese momento. Y cuando llegue, y no hasta entonces, Jesús abrirá el tesoro y lo sacará. Pero, ¡oh, vivir para Él! Poder decir: «Para mí el vivir es Cristo». Lucha por esto. Cualquier cosa que se oponga, llévala a Su gracia, ponla debajo, sí, sujétala a Su cruz. ¡Oh, deja que Cristo lo sea todo para ti en la vida, entonces lo será todo para ti en la muerte!