Una lección en la que el alma es instruida para venir a este conocimiento del arte del contentamiento es este: el alma viene a comprender en qué relación se encuentra aquí, para con el mundo. Con eso quiero decir lo siguiente: Dios viene a instruir al alma efectivamente a través de Cristo por medio de Su Espíritu, en qué términos vive aquí en el mundo o en qué relación se encuentra con este. Es tal como esto: «Mientras vivo en el mundo, mi condición es ser un peregrino, un extranjero, un viajero y un soldado. Ahora bien, una correcta comprensión de esto es una poderosa ayuda para tener contentamiento en cualquiera cosa que le sobrevenga a alguien. No es solo que me lo enseñen de memoria, para que pueda repetir las palabras. Más bien, es cuando mi alma está ciertamente poseída con la consideración de esta verdad: que Dios me ha puesto en este mundo, no como en mi hogar, sino como un simple extranjero y un peregrino aquí; que estoy viajando de aquí a otro hogar; y que estoy aquí como un soldado en mi guerra. Reitero, una correcta comprensión de esto es una poderosa ayuda para tener contentamiento en cualquiera cosa que le sobrevenga a alguien».
