Dios está contento; Él está en eterno contentamiento en sí mismo. Entonces, si tienes a ese Dios como tu porción, ¿por qué no estás contento solamente con Él? Dios está contento solamente consigo mismo y, si lo tienes, puedes estar contento con Él solamente; y puede ser que esa sea la razón por la cual te son quitadas tus comodidades externas, de modo que Dios sea todo en todos para ti. Puede ser que mientras tenías estas cosas aquí compartían con Dios en tu afecto, una gran parte de la corriente de tu afecto corría a esa dirección. Ahora bien, Dios desea tener la corriente completa corriendo hacia Él. Sabes que cuando un hombre tiene agua que llega a su casa —a través de varios conductos— y encuentra que no llega suficiente agua a su lavadero, preferirá detener los otros conductos para que pueda tener toda el agua que ingrese donde lo quiere tener. De la misma manera es con esto, quizás Dios tenía cierta corriente de tu afecto que corría hacia Él cuando disfrutabas de estas cosas, pero se permitió que una gran parte se desviara a la criatura, gran parte de tu afecto se desperdició. Entonces, el Señor no desea que los afectos de Sus hijos se desperdicien. No le importan los afectos de otros hombres, pero los tuyos son preciosos, y Dios no quiere que se malgasten.