Si bien el matrimonio tiene sus espinas, también las tiene toda relación a este lado del cielo. Este mundo es un desierto en el que todas las condiciones están acosadas por los problemas y aflicciones del pecado. Según Job, los días del hombre son pocos y llenos de turbaciones (14:1). Por lo tanto, ninguna condición en la tierra es completamente feliz, si feliz significa «libre de problemas». Pero el matrimonio tiene la ventaja particular de ser un apoyo en tiempos de dolor por la compañía que ofrece. Dios unió a dos «para que las infinitas dificultades que hay en el mundo se alivien con el consuelo y la ayuda mutua». Aunque la corrupción del hombre ha llenado de lazos y problemas [al matrimonio] y todo estado de la vida, desde el principio no fue así», dijo Baxter. Pero «Dios lo designó para la ayuda mutua, y como tal puede ser usado […]. Una vida de casados tiene sus beneficios, que afortunadamente debes aceptar y reconocer ante Dios».