En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
1 JUAN 4:10
«¡En esto consiste el amor!», como si Juan hubiera dicho: «¡Y en ningún otro lugar más que aquí!». Que Dios castigue al inocente por el culpable, que exija la sangre de Su Hijo para cancelar la culpa de Sus rebeldes, que ponga un peso infinito de ira en Su alma para poner un peso infinito de amor en las nuestras, que sacrifique Su vida de valor incalculable por la nuestra que no tiene valor, que no solo diera a Su Hijo, sino que lo hiriera, lo hiciera sufrir, lo afligiera, hiciera de Su alma una ofrenda por el pecado, que el «Señor de la Gloria» se convirtiera en «hombre de dolores», que el Señor de la Vida muriera y que el Heredero de todas las cosas fuera «como el que sirve». ¡Oh, profundidad de amor insondable! ¡Oh, altura del amor insondable! ¡Oh, longitud y anchura de amor inconmensurable! ¡Oh, amor de Dios que sobrepasa el entendimiento!