1 Samuel 2:29 ¿Por qué habéis hollado mis sacrificios y mis ofrendas, que yo mandé ofrecer en el tabernáculo; y has honrado a tus hijos más que a mí, engordándoos de lo principal de todas las ofrendas de mi pueblo Israel?
Menospreciar lo ordenado por DIOS es penalizado en las Escrituras, vivir en disconformidad con lo prescrito por Él es por supuesto un amplio rechazo al SEÑOR, dar nada de importancia a Sus estatutos es decir “no nos interesan tu voluntad” Seamos coherentes y es que así mismo nos comportamos y es por tanto primordial cuestionarnos ¿Quiénes nos hemos creído y tomar semejante actitud? El versículo nos demuestra que DIOS está en desacuerdo con la honra que se ha dado a los hijos de Eli más que a Sus palabras. Esto debería de permitirnos observar con absoluta claridad que no existe razón alguna en suprimir los decálogos del SEÑOR. Cautelosos en ser perseverantes, prevenidos en no descuidarlos; nuestro proceder para con Sus preceptos deben demostrar una completa armonía. Nuestra respuesta final como individuos del Omnipotente no debe ser un rotundo desdén a Sus mandatos.
Salmos 18:20 Jehová me ha premiado conforme a mi justicia; Conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado.