Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores…
1 TIMOTEO 1:15
Vino al mundo para salvar a los pecadores, y te salvará a ti. Su compasión lo inclina a salvar a los pecadores, Su poder lo capacita para salvar a los pecadores, Su promesa lo obliga a salvar a los pecadores. ¡Oh, qué fácil es ser salvado cuando el Espíritu Santo atrae el corazón a Cristo! No se requiere una gran fe, ni una profunda experiencia, ni un amplio conocimiento. El ojo más débil que alguna vez miró a Cristo, la mano más débil que alguna vez se aferró a Cristo, el paso más tembloroso que alguna vez viajó hacia Cristo, tiene en ello la salvación presente y tiene en ello la vida eterna. La más pequeña medida de fe verdadera llevará al alma al cielo. Sí, hay esperanza para el penitente tembloroso. Jesús sufrió completamente, por lo que puede «salvar completamente a todos los que por Él se acercan a Dios» (He. 7:25).