Salmos 81:8 Oye, pueblo mío, y te amonestaré. Israel, si me oyeres.
Es importante considerar nuestra estancia en la tierra ya que no es en vano ni tampoco para nuestra glorificación, no estamos aquí para enriquecernos, ni tampoco para complacernos en nuestros deleites, estamos aquí porque el SEÑOR ha querido demostrarnos Su gloria, honra y bondad, la cual debemos de apreciar y cautivar más que nuestros propios intereses, prestando atención a la voz del SEÑOR podremos ver más de su gloria fuera de esta tierra la cual es pasajera, temporal.
Consideremos el versículo de hoy ya que el SEÑOR llama nuestra atención a escucharle, no cerremos nuestros oídos, ni tampoco nuestro entendimiento a la voz del SEÑOR mientras halla tiempo.
Proverbios 8:32-34 Ahora, pues, hijos, oídme, Y bienaventurados los que guardan mis caminos. Atended el consejo, y sed sabios, Y no lo menospreciéis. Bienaventurado el hombre que me escucha, Velando a mis puertas cada día, Aguardando a los postes de mis puertas.