Salmos 50:18 Si veías al ladrón, tú corrías con él, Y con los adúlteros era tu parte.
No es suficiente con decir que no hacemos igual que los demás, es muy importante que no solo no hagamos, sino que también no seamos participes de los pecados de los demás, debemos de procurar un alto cuidado a este mandato, porque podemos demostrar menosprecio a la directriz del SEÑOR, de 1 Timoteo 5:22 no participar en pecados ajenos y conservarnos puro. Tengamos claro que nuestro deber es agradar al SEÑOR, mantengamos en mente Mateo 7:21 No todo el que dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad del Padre que está en los cielos. Seamos conscientes de esta orden y sopesemos nuestro andar delante de DIOS ya que tenemos que cumplir según Sus preceptos, para demostrar verdaderamente que DIOS está en nosotros.