Salmos 46:1 Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
La importancia de tener claros quien es y quienes son nuestras fortalezas nos demuestra hacia donde vamos, revela nuestras intenciones y por ende nuestro corazón, es urgente considerar cada uno de nuestros pasos en medio de la tribulación, muchas veces son de suma importancia nuestras aflicciones para demostrar que nos desmoronamos en ellas sin pensar que existe un DIOS que nos puede ayudar a salir de ellas.
Claro esta que DIOS no es un aladino que cumplirá nuestros deseos de forma que demuestre que todo depende de nosotros, si acaso nuestro deseo fuera que DIOS quite de nosotros las aflicciones; Si las aflicciones no existieran entonces cada uno de nosotros no entendería la necesidad de ellas Romanos 2:4 ni tampoco la miseria de nuestros días Job 15:31.
Debemos aprender a cualquier costa de nuestra aflicción quien es DIOS, el salmista es enfático en decir:
- Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida. Verso 2
- Y tiemblen los montes a causa de su braveza. Verso 3
- Bramaron las naciones, titubearon los reinos; Dio él su voz, se derritió la tierra. Verso 6
Si logramos poner el énfasis de nuestras aflicciones en DIOS. ¿Que podríamos perder o inclusive temer?. Humanamente podríamos decir que ya lo hemos perdído todo en cuanto a lo material que inclusive perdimos lamentablemente hasta a nuestros seres queridos, pero aun así, aunque abrume la aflicción entendamos que DIOS es nuestra fortaleza, porque cada una de ellas hará cumplir su propósito y hacer ver su gloria:
- Venid, ved las obras de Jehová, Que ha puesto asolamientos en la tierra. Verso 8
- Que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra. Que quiebra el arco, corta la lanza, Y quema los carros en el fuego. Verso 9
Los propósitos de DIOS no conocen el mal, todos ellos son para bien, indiferente mente de lo que nosotros pensemos humanamente, aprendamos del salmista, porque el SEÑOR es el único quien puede refugiarnos.