El hombre piadoso tiene contentamiento en la forma de misterio porque, así como él ve que todas sus aflicciones vienen del mismo amor que Jesucristo viene, también las ve todas santificadas en Jesucristo, santificadas en el Mediador. Digo que él ve todo el aguijón, la ponzoña y el veneno de ellas como eliminados en virtud de Jesucristo, el Mediador entre Dios y el hombre. Por ejemplo, cuando un cristiano quiere tener contentamiento, empieza a operar de la siguiente manera: ¿Cuál es mi aflicción? ¿Es la pobreza con la que Dios me golpea? Bueno, Jesucristo no tuvo una casa donde resguardar Su cabeza; las aves del aire tenían nidos y las zorras tenían sus madrigueras, pero el Hijo del hombre no tenía una cueva para resguardar su cabeza (cf. Mt. 8:20). Entonces, mi pobreza es santificada por la pobreza de Cristo. Puedo ver por fe la maldición, el aguijón y el veneno de mi pobreza eliminados por la pobreza de Jesucristo.