Lucas 16:5¿Cuánto debes a mi amo?
No hay más grande deudor en el universo que el creyente en Jesús. El hombre natural le debe a Dios mucho —diez mil talentos— pero el hombre regenerado le debe a Dios diez mil veces más —una deuda de amor, gratitud y servicio cual cifra más elevada no se puede calcular, o eternidad más extensa pagar. Es muy sano mantener en mente constantemente nuestra deuda para con Cristo. Somos propensos a olvidarla. Somos tentados en ocasiones a imaginar que, algún pequeño servicio de amor, o acto de obediencia, o época de sufrimiento, ha anulado, en cierta medida, la inmensa obligación que tenemos hacia Dios; no, más aún, estamos tentados incluso a apreciar el engaño que, por este mismo sacrificio de nuestra parte de servicio de abnegación y tenacidad en el sufrimiento, ¡En efecto hemos hecho al mismo Señor nuestro deudor! Pero esto no siempre será el reflejo de una mente verdaderamente espiritual y un corazón que ama a Cristo; de uno que, en vista de lo que Jesús ha hecho por él —el infierno de donde es rescatado, y el cielo al que es elevado— exclama:
“Si todo el reino de la naturaleza fuera mío, Ese sería un presente demasiado pequeño: Amor tan sublime, tan maravilloso, Que demanda mi alma, mi vida, mi todo.
Octavius Winslow
El Señor mi porción.