Génesis 37:28 Y cuando pasaban los madianitas mercaderes, sacaron ellos a José de la cisterna, y le trajeron arriba, y le vendieron a los ismaelitas por veinte piezas de plata. Y llevaron a José a Egipto.
He aquí el inicio de un acontecimiento que marca la providencia divina (por muy raro o extraño que parezca) hemos de estar lejos de creer que José fue rechazado por sus hermanos sin estar DIOS en conocimiento a los pensamientos malévolos de los propios hermanos de José, que motivados por el desprecio Génesis 37:4, demuestran que su sentimiento no tiene límites en sus intenciones porque su decisión determinada era causar la muerte del inocente Génesis 37:18; al no darle perecimiento por impedimento de su hermano Rubén Génesis 37:21, estos acuerdan y proceden a venderlo; creyendo así que han logrado sobresalirse con la suya. En muchas ocasiones podemos observar que las maquinaciones maléficas de los hombres resueltas por despecho y desdén son ejecutadas sin importar quién es perjudicado. Sin embargo, ningún evento por muy atroz que sea está fuera del conocimiento del Omnisciente. Es crucial contemplar que el hecho que se llevó a cabo con José fue para que se cumplieran las palabras del Todopoderoso en cuanto a su señorío sobre sus hermanos Génesis 37:8. Aunque las circunstancias parezcan oscuras no debemos de dudar que todo es para los propósitos de DIOS.