Salmos 143:10 Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.
En nuestro deber como creyentes debería vivir presente esta solicitud al SEÑOR ya que las mismas escrituras nos están demostrando que podemos rogar al SEÑOR que nos enseñe a hacer Su voluntad. Aunque a la vez demuestran que para todo hijo de DIOS es un deleite hacer Su voluntad Salmos 40:8 El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón. Por esto es preciso tomar en cuenta la importancia de este tipo de suplicas, la cual debe de estar a diario en nuestros corazones, este deseo de obrar la voluntad del SEÑOR debe de venir desde adentro nuestro, procurando que sea Su santo Espíritu quien nos dirija a realizarla. Procuremos observar interiormente en nosotros cual es nuestro propósito habitual.