Deshonra santificada en Cristo 2 | Jeremiah Burroughs

Si los hombres te escarnecen y se burlan de ti, ¿acaso no lo hicieron con Jesucristo? Lo escarnecieron y se burlaron de Él, y eso cuando estaba en su extremo más grande en la cruz. Ellos le dijeron: «Aquí está el Rey de los judíos», hincaron su rodilla delante de Él, y le decían: «¡Salve, Rey de los judíos!», y pusieron una caña en su mano y le escarnecían (cf. Mt. 27:29). Ahora bien, obtengo contentamiento en medio de los escarnios y las burlas al considerar que Cristo fue escarnecido, y al actuar con fe en lo que Cristo sufrió por mí. ¿Estoy sufriendo un gran dolor corporal? Jesucristo tuvo dolor en Su cuerpo tan grande como el que tengo. Aunque es cierto que no tuvo tal tipo de enfermedad que nosotros tenemos, tuvo dolor y torturas en Su cuerpo —tan grandes y tan mortales para Él— como cualquier enfermedad lo es para nosotros. El ejercicio de la fe en lo que Cristo sufrió es la forma de obtener contentamiento en medio de nuestros dolores.


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