Clamar aun en la angustia

Salmo 102:1-2 Jehová, escucha mi oración, Y llegue a ti mi clamor. No escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia; Inclina a mí tu oído; Apresúrate a responderme el día que te invocare.

Gemidos angustiosos y ruegos por ser escuchado expresa el salmista en su oración, un sentido de vacío y soledad es la percepción del salmista en medio de su aflicción. Pero además de todo esto demuestra desespero por una solución inmediata. Muy probablemente lleguemos a expresar los mismos sentimientos o tal vez ya hemos llegado a tales circunstancias. Tengamos el sumo entendimiento de que el SEÑOR responderá a nuestro clamor de salvación en tiempos de frustración, no invoquemos al Todopoderoso como un “apaga fuegos”. No seamos ingenuos en pensar o creer que el SEÑOR es ocasional, debemos de ser sensatos en nuestra manera de dirigirnos al SEÑOR. Nos sentiremos solos, sin respuesta, sin ayuda y aun así podemos tener certeza de que el SEÑOR está completamente presente.


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